Diario de un cabrón: muertos que no lo están
Hospitales y llamadas anónimas Al abrir los ojos comprobé que estaba en el hospital. Estaba conectado a un gotero con suero que, a través de mi brazo derecho, me inyectaba dosis de ibuprofeno líquido para suavizar mi dolor. No sabía qué me había pasado. Sólo recordaba caer redondo en el pasillo, antes de llegar a […]
Leer más Diario de un cabrón: muertos que no lo están