La teoría de las 4 estaciones tras una ruptura

Para escuchar la teoría clica aquí. Las4estacionestrasrupturaToda persona pasa por cuatro estaciones temporales después de una ruptura. Una relación se acaba, se agota, se sufre y se muere. ¿Y después qué? Este pasado fin de semana hablaba con una amiga que estaba pasando por un momento de desconcierto emocional después de una ruptura. Le plantee los pasos que debía dar para salir de ese pozo sentimental, o como diría el tío Enric, para salir de esa pesadumbre emocional. Querer es poder y querer es sentir, ambas premisas nos valen. Este es el inicio del fin.

Esta teoría de las estaciones de paso vale tanto para hombres como para mujeres. Veamos cómo funciona. Pongamos el caso de una ruptura. Nuestra pareja nos deja y el duelo es grande porque el enamoramiento existía en el momento del abandono, en el  momento de ese “ya no te quiero”. Desconcierto, por qués, dudas, suplicio y fin. Y entonces, las estaciones.

OTOÑO. Una época en la que las hojas se caen y el tiempo se enfría. El viento sopla fuerte, se vuelve desagradable. Y debes saber que vendrán tiempos más duros. Por el momento debes empezar a sacar la ropa de verano del armario y cambiarla por la de invierno.

Ocurre lo mismo con las parejas. En ocasiones una relación se languidece y finalmente se pierde. Debes romper con ella, debes generar una grieta entre tu ex y tú. Incluso si hace falta con guerra sucia. Eso no significa vayas a dejar de sentir, pero es un primer paso. Hay que cavar esa grieta. ¿Y cómo se hace eso? Pues atribuyendo defectos a ese ‘ex’ que sean reales o no. Lo importante es somatizarlos, sentir que se abre una línea disuasoria entre ambos. Este es el primer paso de obligado cumplimiento. Poco a poco notarás que esta separación que por el momento te duele, se irá haciendo más llevadera si sigues mis pasos.

INVIERNO. Con la llegada del frío del invierno uno prefiere volver a casa, al hogar, con uno mismo. Esto es lo que debes hacer ahora. Después de asumir debes interiorizar, dedicarte tiempo a ti misma. Y debes hacerlo primero para acostumbrarse al cambio, a pasar del calor de la pareja, la complicidad, la compañía, el compartirlo todo…al frío de la soledad. Y también es un periodo perfecto para conocerte más, para hacer una autoevolución.

Descubrirse a uno mismo es encontrar armas para caminar hacia lo que buscamos. Es esencial. Pensar que la única persona que nunca os fallará sois vosotros mismos. Siempre os tendréis. Después de conocer la soledad, el dolor y la angustia tras asumir la pérdida, pasaréis de estación.

PRIMAVERA. La primavera es ese periodo donde  todo brota, donde nacen las emociones, donde despiertan y subyace nuestro yo.  Tras convencernos de la ruptura y asumirla, el tercer paso, por definición, es el gustar. ¡Estamos vivos! Y debes sentir que lo estás. La mejor manera de saberlo es darte cuenta de nuevo que puedes hacer sentir a otra persona, que despiertas interés y deseo. Pero hay que tener en cuenta que no es esencial que a ti te guste, no tiene por qué ser mutuo ese deseo. Este es el despertar de tu autoestima que vuelve a lugar que nunca debió abandonar. Es el momento de tu fuerza emocional e, incluso, sexual. Debes valorar esta estación como la de volver a estar en el “mercado”, fea expresión pero muy gráfica.

Se trata de un paso muy importante. Además es el primero que no depende plenamente de nosotros mismos, pero no olvides poner de tu parte. La actitud lo es todo. Y por difícil que te parezca,  acaba por llegar, créeme, acaba por llegar. Pero no tengáis prisa. Es un paso que todos queremos, que todos ansiamos, pero recordad que para que funcione se debe padecer los anteriores, sino será efímero. Y os aconsejo que disfrutéis de esta estación lo más lentamente posible. Pero repito, no corras, no intentes llegar al objetivo, el objetivo vendrá cuando sea el momento. Por el momento lo único importante es saborear que otra realidad puede ser posible. La primavera da paso al verano.

VERANO. En verano vuelve a brillar el sol, vuelve el calor, las risas, las fiestas, el salir,… y también el amor. Estás lista. La grieta que empezaste a crear en el otoño es ahora profunda y ancha. Has tenido un tiempo para descubrir lo que quieres y lo que no quieres. Ahora ya lo sabes. Has podido conocerte más a ti misma y ahora también te has dado cuenta que hay mucho mundo por conquistar y para que te conquiste. Es tu momento, es el momento de lanzarte sin paracaídas emocional al encuentro, a las sensaciones, a otro amor.

Y en breve seguro que conocerás a una persona que te hará nuevamente sentir, que te hará ver las cosas de un modo que hacía tiempo ya no veías. El mundo deja de ser gris y se llena de colores. Alguien se cruzará en tu camino, en una fiesta, en el trabajo, en la calle, un amigo de un amigo… Lo peor ha pasado, y se ve luz. Estás de nuevo preparada para querer, para sentir y para disfrutar.

Otoño, invierno, primavera y verano. Estás son las cuatro estaciones que hay que recorrer para pasar del desapego sentimental a la euforia de una nueva relación. No te olvides de sentir pero también de sufrir, porque van de la mano muchas veces. Quien alguien quiere, algo le cuesta. O eso dicen.

Cada estación es importante. Tómate tu tiempo para seguir avanzando. Y evita hacerlo si no has completado cada paso. No hay fechas, ni días, ni reglas. Sólo tú. Cada uno necesita su tiempo para superar cada fase. Especialmente te diría que prestes atención a la aventura de conocerte a ti misma. Es una necesidad pero también una obligación para saber lo que quieres.

Eres una superviviente, enhorabuena.

Y un último consejo, no dejes nunca que llegué el otoño a tu vida. Esto depende de ti. Y es posible.

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